La ciudadanía polaca es un derecho que se basa en la conexión con los antepasados polacos. Muchas personas alrededor del mundo tienen ascendencia polaca debido a las grandes migraciones ocurridas entre los siglos XIX y XX, lo que genera interés en obtener esta nacionalidad para acceder a los beneficios asociados.

La ley de ciudadanía polaca se fundamenta en el principio jus sanguinis (derecho de sangre), lo que significa que la ciudadanía se transmite de padres a hijos independientemente del lugar de nacimiento, sin límites de generaciones para heredarla.

Obtener la ciudadanía polaca permite la doble nacionalidad, es decir, ser ciudadano de dos países distintos al mismo tiempo.

Cada solicitud de ciudadanía es evaluada individualmente y depende de múltiples factores legales. No es posible “comprar” la ciudadanía ni obtenerla sin cumplir los requisitos establecidos.


¿Quién tiene derecho a la ciudadanía polaca?

Tienen derecho a la ciudadanía polaca quienes sean descendientes de personas que emigraron de Polonia después de 1920.

Antes de 1918, Polonia no existía como Estado independiente, por lo que no era posible confirmar la nacionalidad de quienes emigraron antes de esa fecha. El 11 de noviembre de 1918 Polonia recuperó su independencia y, en 1920, definió sus fronteras y legislación, permitiendo confirmar la nacionalidad de quienes partieron desde entonces.

Los emigrantes podían formalizar su vínculo con Polonia mediante registros consulares o actos como la incorporación voluntaria al ejército polaco.

Aspectos clave de la normativa histórica:

  • Hasta 1951, la ciudadanía se transmitía solo por vía paterna; los hijos ilegítimos heredaban la ciudadanía materna.
  • A partir de 1951 fue posible renunciar a la ciudadanía mediante acto oficial, evitando pérdidas involuntarias.
  • Desde 1962, la ciudadanía se adquiere automáticamente al nacer si al menos uno de los padres es polaco.
  • La ley de 2012 permite la restitución de la ciudadanía perdida antes de 1999 (solo para hijos menores de edad).

Todas las solicitudes son analizadas caso por caso, considerando excepciones y detalles legales que las autoridades polacas revisan con atención.


¿Cómo iniciar el proceso de solicitud de ciudadanía polaca?

Una vez evaluada la posibilidad de confirmar la ciudadanía, se debe reunir la documentación requerida y dirigirse al órgano competente:

  • Residentes en Polonia: presentar la solicitud ante el Wojewoda (Gobernador Provincial) correspondiente.
  • No residentes: la competencia recae en el Wojewoda Mazowiecki (Provincia de Mazovia) con sede en Varsovia.

Será necesario recopilar documentos personales y familiares que acrediten la ascendencia polaca. Algunos formularios deben completarse en polaco, por lo que puede requerirse la asistencia de traductores o profesionales especializados.

Tras la evaluación, el Wojewoda confirma o niega la ciudadanía. Este órgano no otorga un nuevo estatus, sino que reconoce uno ya existente.

El resultado será positivo si el solicitante posee la ciudadanía polaca, o negativo si no puede confirmarse por pérdida, falta de documentos o ausencia del derecho.

En general, el trámite se resuelve en un plazo razonable si se cumplen todos los requisitos legales.


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